Que de vueltas le hemos dado a este día…… Cuánta gente vendrá, cómo organizarlos para entrar a la sala, en qué momento y cómo dirigirnos a ellos… Un día tan difícil como esperado. Y de la forma más natural, todo fluyó como sólo ocurre en UFCA. Como se esperaba el lugar se llenó de ufcarianos, con mucho respeto fueron entrando y saliendo de la sala de exposiciones, fue noche de reencuentros, de anécdotas y buenas conversaciones. El momento más emotivo llegó con unas palabras de Elena Galán, que saco fuerzas para hablar de su padre como sólo una hija puedo hacerlo. Volvimos a tener una de esas tarde-noche adictivas en UFCA. Tantísimo cariño, respeto y admiración dieron lugar a una emocionante despedida.

Tiago da Cruz contaba cómo Alberto decía que la sala de UFCA tenía magia, todo le funcionaba y le iba bien a nivel expositivo; así era él, hizo una impecable labor como comisario durante muchos años, y el mérito se lo daba a la sala. Sin duda, Tiago aprendió bien del mago, esta vez de su mano, la sala vuelve a tener magia, y nos obsequia, con la difícil tarea de conjugar a tan diversos autores, con un resultado exquisito.

De todo lo que he escuchado en estos días me quedaría con una frase de Ricky Dávila :

“En esta profesión de luces y sombras como es la fotografía, Alberto Galán representaba su lado más luminoso”.

Lo de ayer fue una despedida necesaria. El homenaje empieza ahora. Cada paso que demos será un homenaje a tu trabajo y tu pasión por la fotografía.

Hasta siempre amigo.

1 de Octubre. El Lector de Imágenes. Exposición Homenaje a Alberto Galán.

 

*Fotografías de Jorge del Aguila, Marc Canet y Jose María Bejarano.