Eva Botella Ordinas, Doctora de la Universidad Autónoma de Madrid

 

A finales del pasado julio el Director del Archivo Histórico Municipal nos informó que una historiadora de la UAM había visitado las instalaciones y se mostró muy interesada en colecciones antiguas de fotografía, muy especialmente por los libros que en 2006 se habían realizado sobre la historia del Puerto y la Ciudad de Algeciras con motivo del centenario. Federico Fuertes le puso sobre la pista informándole que ese proyecto lo había llevado a cabo UFCA y que podría ponernos en contacto. Un par de días después recibí una llamada de Eva y quedamos en el Centro Documental para contarle como lo hicimos y enseñarle los libros, de los que había oído hablar pero que todavía no conocía.

 

Memoria, identidad y territorio

 

El día previsto, puntual a la cita nos presentamos. Ella es Doctora en la Autónoma de Madrid y desde el año 2016 coordina un equipo de investigación que trabaja en un proyecto denominado «POSTORY Historiadores, Mnemohistoria y los Artesanos del Pasado en la Era Posturística«.

 

Los libros que realizamos en 2006 para la APBA, los grandes protagonistas

 

Su interés investigador se centró en los libros que le habíamos traído siendo estos los grandes protagonistas de esta historia. En sus páginas y textos se acumulaba información de primera mano del desarrollo de la ciudad de Algeciras y su puerto, desde 1913 hasta el año 2006.  El rescate de las 600 placas de cristal, su digitalización organización y catalogación, los relatos de los personajes vinculados a la historia del puerto y sobre todo la fabulosa oportunidad de contemplar el poder de la fotografía como testigo y documento histórico. Cada página de cualquiera de los dos libros «El Puerto y la ciudad de Algeciras» y «Puerto de Algeciras. Un siglo de vivencias» le generaba un valioso canal de información y sus comentarios de agradecimiento compensaban años de trabajo e investigación.

 

Trinidad Díaz, el fotógrafo que documentó las primeras obras del puerto

 

Aprovechando la oportunidad que nos ofrece este relato rendimos un especial homenaje a la figura de Trinidad Díaz, autor de las placas que durante mucho tiempo fue objeto de nuestras investigaciones en la búsqueda de la autoría del trabajo. Una de las primeras pistas nos llegaron desde La Línea, donde en una casual conversación en la que Alberto Galán le refirió a un amigo nuestra búsqueda, surgieron dos grandes claves: Que no era una mujer sino un hombre (Trinidad es nombre unisex) y la segunda que tuvo estudio en la calle Real de Gibraltar, aunque también en el número 24 de la calle Castelar, según aparece publicado en un directorio comercial de la época.

 

Las instituciones públicas y su responsabilidad en la preservación de la memoria visual.

 

Una de las grandes asignaturas pendientes de esta ciudad es la memoria fotográfica, todo está disperso en colecciones particulares. Salvando las citadas placas del archivo del Puerto. A nivel institucional no existe nada más. Es un problema enorme que requiere una actuación urgente en la que, a nivel local, los Ayuntamientos deberían tomar conciencia, creando protocolos coherentes de actuación: localizar y diagnosticar, subvencionar o llegar a pactos con los depositarios. Y en el caso de que hubiera un interés patrimonial, proponer la compra. Un plan de catalogación que llevaría consigo la difusión del contenido de los archivos en publicaciones de referencia, fruto de una rigurosa investigación.