El retrato como documento

Sofía Moro
30 de septiembre y 1 de octubre
Duración: 12 horas
Horario: Sabado 10 a 14h y 16h a 20h / Domingo 10 a 14h
Precio: 120 € / Socios: 100 €
Importe del Primer Pago (Reserva de Plaza): 50 €
EL RETRATO COMO DOCUMENTO

Taller de retrato fotográfico con Sofía Moro
Sabado 30 de septiembre y domingo 1 de octubre

Hay algo impredecible y revelador en el ejercicio de retratar al otro. Retratar ayuda a comprender. Hacer fotografías me ha permitido acercarme a las personas y a las historias que me han interesado. Nunca hubiera entrado en la antigua cárcel de mujeres de Carabanchel si no hiciera fotos ni habría conocido a los viejos Brigadistas Internacionales, ni a las víctimas y a los vencedores de la Guerra Civil Española. Nunca hubiera tenido ocasión de conocer y escuchar a los condenados a muerte americanos milagrosamente exonerados, ni a los bravos defensores de Derechos Humanos que Amnistía Internacional me permitió fotografiar. Los retratos son documentos. Mi intención es que el valor artístico de las fotografías no eclipse la dimensión documental de las mismas. Estas han de suponer una impronta consciente del individuo en el tiempo en que fue captado y de esa manera la huella del fotógrafo quedará inevitablemente impresa en ella.

Un retrato es la voluntad de retratar. Es la cabezonería de convencer a alguien para que se preste a ser inspeccionado minuciosamente, ser diseccionado bajo una iluminación bien estudiada, obligado a adoptar cualquier postura o expresión, a estar inmóvil o en movimiento para conseguir que en el desconcierto creado, el fotógrafo le lleve al huerto que ha montado en su cabeza y lo convierta en otra cosa, que no es mas que una interpretación libre del sujeto en forma de fotografía, hecha a base del decidir que es lo que se muestra y como se muestra.
La palabra retrato viene del latín retractus, participio del verbo retrahere. Este verbo significa propiamente "hacer volver atrás", pero también adquiere el significado de reducir y abreviar, de convertir algo en otra cosa. Al fotografiar, La realidad que tenemos delante la interpretamos, la ordenamos, la reducimos, la abreviamos hasta convertirla en una fotografía. Las personas fotografiadas, al final, podrán verse como un reflejo fiel de la idea que tiene de ellos mismos o como algo lejanísimo a esa percepción.Eso es irrelevante, por que es en esa reducción, en esa
interpretación hecha a base de decidir qué es lo que se muestra y cómo se muestra, donde radica lo que llamamos la visión fotográfica, que no es otra cosa que la representación gráfica de la opinión del fotógrafo. En palabras del fotógrafo americano Richard Avedon “Un retrato no es una semejanza. En el momento en una emoción o un hecho se transforman en una fotografía dejan de ser tales para convertirse en o que ya no es un hecho sino una opinión. No existe la inexactitud en fotografía. Todas las imágenes son exactas. Ninguna de ellas es la verdad”

En este taller trabajaremos el retrato iluminando con luz artificial en el interior de la escuela. Es la manera en la que yo normalmente produzco mis retratos. El sábado por la mañana empezaremos con la presentación de los asistentes. Todos deberán traer un Pen-drive con 3 o 4 retratos, que nos valdrán de punto de partida para entender los intereses y los conocimientos técnicos de cada uno y poder trabajar juntos los puntos mas flojos. Después haré una presentación de mi trabajo y de cual es mi idea del retrato.

El resto del taller ( Sabado tarde y domingo) lo dedicaremos a realizar sesiones fotográficas en las que primero yo enseñaré mi manera de trabajar, para después dejar espacio a los asistentes. Cada alumno y alumna que asista al taller tendrá un tiempo para hacer un retrato, siempre con mi supervisión., Es imprescindible traer la cámara y saber usarla en modo manual, y es recomendable asistir con trípode.




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