Exposiciones
AXELLE FOSSIER
Sides / Playas
Del 21/12/2010 al 25/03/2011
Las fotos blancas de AF parecen contentas. Danzan alrededor de una hoguera de color blanco y están a punto de reventar de éxtasis lumínico. Bailan y bailan, cada vez más cerca de la luz absoluta, de ese paisaje en el que no hay objetos, ni formas, ni colores, sólo futuro. Aparecen en estas fotos playas, paisajes por los que un día paseó Hopper buscando el alma americana, que certificó como triste y silenciosa. El cielo es blanco para no ver las tormentas ni los truenos, las arenas son blancas para cerrar los ojos y dejarse llevar hacia el blanco porvenir, el mar es blanco y en él no es posible naufragar. El que se tumba en las playas blancas de AF deja atrás su equipaje y espera que la marea, con su delicada cadencia, vaya rellenando el blanco del futuro con objetos nuevos y brillantes, que no es sino otra manera de retratar. Las fotos negras de AF parecen tristes. Melancólicas, más bien. Se esfuerzan por recuperar los últimos retazos de un mundo que se escapa irremediablemente. Rendidos a la evidencia de que participan en una cuenta atrás y que pronto llegará el cero a llevárselo todo, los objetos que fotografía AF intentan agarrarse a aquella bolsita de tila proustiana y así dejar en la taza unos pequeños posos del pasado. Son los últimos actores de una vieja casa donde AF pasó la infancia, donde inventó juegos y desarrolló la melancolía, ese cordero que en la edad adulta se transforma en lobo. Todos sus muebles, sus hormigas, sus viejas cacerolas y sus cojines arrugados han sido engullidos por la luz negra, y AF tuvo el tiempo justo para retratar lo que quedaba antes de que el fundido en negro pusiera la palabra FIN, ya saben, ese momento en el que el pasado deja de ser realidad para convertirse en recuerdo, que no es sino otra manera de retratar.