En UFCA no es la primera vez que hacemos realidad algunos sueños y precisamente esta última aventura ha sido otra de esas ocasiones en las que nos recorre en nuestro interior una cálida sensación de satisfacción por las cosas bien hechas. Si echamos la mirada atrás la llegada de la Covid_19 a nuestras vidas fue demoledora tanto en lo personal como en el funcionamiento de nuestro colectivo ya que suponía una ruptura con la programación de toda una temporada pero en nuestro ADN no había lugar para el fracaso y nos propusimos seguir adelante con los medios disponibles a nuestro alcance desde «el bunker». Justo tras el anuncio del Estado de Alarma Nacional ya habíamos hilado la idea de #elphotobunker que en menos de 24 horas estaba operativo. Han sido casi 100 días de una situación social insólita pero en todo ese tiempo nos implicamos en cuerpo y alma al proyecto, al día de hoy es todo un orgullo compartir y ver cumplidos nuestros objetivos en tiempo y forma.

 

Y el libro se hizo realidad. Una presentación en tres tiempos.

 

Hace una semana llegaba la caja de los libros, un momento mágico del que no se pueden reprimir los sentimientos vividos cuando se produce el momento del «Unboxing» que incluso filmamos en vídeo, pero quedaba el reto final que era presentarlo en sociedad y especialmente a sus verdaderos protagonistas los autores de las imágenes de modo que organizamos una presentación on_line y una entrega de libros al día siguiente.

 

El jueves a la hora prevista EL PHOTOBUNKER BOOK se hizo realidad con un directo en Instagram desde la Biblioteca de UFCA. Durante 40 minutos Alberto Galán desglosó detalles de la edición, de cómo las imágenes se impusieron a otros criterios para conseguir un relato visual coherente, anécdotas, y sobre todo agradecimientos a sus protagonistas, los que día tras día habían etiquetado sus imágenes con el hashtag #elphotobunker, y al equipo directivo que tras las bambalinas y sin apenas medios consigue hacer realidad todo lo que se propone.

 

Un PhotoBunker, de mujeres y hombres por igual.

Durante la retransmisión fue muy emotivo ver una numerosa audiencia del otro lado, fiel a la cita e involucrada con sus comentarios. De El Photobunker podríamos seguir hablando mucho más porque la intensidad del proyecto daría para ello pero se nos escapó un detalle que no debería pasar desapercibido: la proporción de mujeres (22) y hombres (19), un dato significativo que no casual, más bien una constante en nuestros proyectos y programas, una observación que nos da pie para hablar de ello en un próximo post.

 

El viernes también sería una jornada muy especial, y así fue. De nuevo, puntuales a la cita, sobrellevando los rigores del calor la sede de UFCA recobró la vida tras meses inactiva.  El reencuentro con los amigos y la emoción de tocar sus libros no se nos borrará fácilmente de la memoria. Una atmósfera emotiva se apoderó del lugar. Mientras, José María Bejarano trataba de organizar la entrega y las ventas para que nadie se quedara sin su ejemplar, agotados en menos de una hora, pero no preocuparos ya está en marcha una segunda impresión.

 

Hasta aquí os podemos contar. Ahora El Photobunker formará parte de nuestros recuerdos y vivirá por muchos años en el lugar que le corresponda. En la biblioteca de UFCA es ya el número #1474.

 

Fotografías de: Marc Canet, Mariló Calvente y Alberto Galán