En la reciente película Mr. Turner, el gran pintor inglés, acude a un estudio de fotografía para retratarse y queda fascinado por aquella caja provista de lentes, en la que un señor se cubría la cabeza con un paño oscuro. Su vaticinio fue definitivo: pronto los pintores desaparecerían de la faz de la tierra, debido sobre todo a la perfección técnica alcanzada por el dichoso invento. Unos años después, los nuevos pintores de la francia decimonónica se mostraban agradecidos a Niepce y Daguerre por haberlos librado de un montón de tareas engorrosas, empezando por los retratos. Ni Turner ni los impresionistas parecieron vislumbrar que, al igual que ellos, el señor que se ponía detrás de una cámara podría llamarse Peiró y realizar el más detallado de los retratos posibles… o llamarse Juan Manuel Castro Prieto y, sencillamente, hacer un retrato ma non troppo.

 

Texto: Federico Fuertes

Piezas de la Colección UFCA: Senegal. VICENTE PEIRÓ 1993  | 260 x 260 mm | # 177 – Brad. JUAN MANUEL CASTRO PRIETO 1995  | 230 x 230 mm | # 182